Nueva Escuela Militar de Medicina 2017 |
Los médicos Guadalupe Gracia García y Enrique C. Osornio,
ambos que militaban en las filas del Ejército Constitucionalista durante la
Revolución Mexicana proporcionando el apoyo de sanidad en campaña, tanto que
este último fue quien le practicó la amputación del brazo derecho al General
Obregón, que había sido gravemente herido durante el enfrentamiento que las
tropas constitucionalistas comandadas por él en la batalla de Celaya e
inmediaciones, tuvieron contra las tropas de la División del Norte que a su vez
comandaba el General Francisco Villa.
Dicha batalla se llevó a cabo del 6 al 15 de abril de 1915.
Estos dos médicos, considerando las necesidades y dificultades que el Ejército
tenía para atender a los heridos de guerra, y viendo la forma de instituir un
Servicio de Sanidad para el Ejército, se dieron a la tarea de organizar y
propiamente fundar una Escuela de Medicina que formara los médicos en cantidad
y calidad suficientes para proporcionar el Servicio de Sanidad en las filas del
Ejército.
Fue así que por decreto promulgado por el entonces presidente
de la República, don Venustiano Carranza, el 1 de enero de 1917 en la ciudad de
Querétaro, se creó la Escuela Constitucionalista Médico Militar con sede en la
Ciudad de México, cuya inauguración simbólica había ocurrido el 12 de octubre
de 1916. Pero no fue sino hasta el 15 de marzo de 1917 cuando se llevó a cabo
la ceremonia de apertura de cursos de dicha Escuela, siendo su primer director
el Dr. Guadalupe Gracia García.
Atendiendo los antecedentes, podemos afirmar que la Escuela
Médico Militar es hija legítima de don Venustiano Carranza como padre y de la
Revolución Mexicana como madre, hermana de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y casada con el Ejército Mexicano. Ambas, Escuela y
Constitución, nacidas en la ciudad de Querétaro con apenas un mes y días de
diferencia.
A la muerte de don Venustiano Carranza se le retiró el
calificativo de “Constitucionalista” y quedó con el nombre actual de “ESCUELA
MEDICO MILITAR”, misma que ha tenido varias sedes, todas en la Ciudad de
México. La primera, en un edificio del centro de la Ciudad de México en la
calle Cacahuatal que hoy lleva el nombre de “Calle Escuela Médico Militar”,
donde permaneció hasta el año de 1930. De allí se traslada al antiguo Parque de
Ingenieros en la calle Arcos de Belén, en el mismo centro de la ciudad.
En el año de 1945 se traslada a sus instalaciones propias
hechas ex profeso en Lomas de Sotelo, Manuel Avila Camacho con Batalla de
Celaya. Aquí por coincidencia, el destino reúne nuevamente el nombre de Batalla
de Celaya ahora ya con Escuela Médico Militar.
En el año de 1973, la Escuela Médico Militar rompió con los
esquemas establecidos y por primera vez fueron admitidas mujeres en sus aulas,
el primer internado mixto, de nivel universitario, hecho que ha tenido gran
aceptación, puesto que actualmente ya tenemos en las filas del Ejército
Mexicano las primeras mujeres que ostentan orgullosamente el título de
Generales Médicos.
En el año de 1976 se demolieron las instalaciones de Lomas
de Sotelo y en el mismo lugar se levantaron otras más funcionales que se
mantuvieron en pie hasta 2015 y en el 2016 se levanta majestuosa la
construcción de un complejo que incluye a la Escuela Médico Militar con otras
escuelas del mismo Servicio de Sanidad Militar, aunque la Escuela Médico
conserva su independencia, es al mismo tiempo el centro del complejo que se
llama CENTRO MILITAR DE CIENCIAS DE LA SALUD (CEMICSA).
En tanto se construían las segundas instalaciones de la
Escuela Médico en Lomas de Sotelo, ésta ocupó las instalaciones de la Escuela
Militar de Ingenieros y mientras se construyó el complejo actual, ocupó las
instalaciones de la Escuela Militar de Oficiales de Sanidad, pero nunca ha sido
interrumpida su labor de enseñanza.
En el año de 1995 se firmó un acuerdo entre la Secretaría de
la Defensa Nacional y la Armada de México para que la Escuela Médico Militar
admitiera alumnos becarios de la que sería más adelante Escuela Médico Naval.
Y, en el año 2000, todos los alumnos becarios de la Armada, que para entonces
ya había de todos los grados, pasaron a sus propias instalaciones, generando
así el cuerpo de cadetes completo de la Escuela Médico Naval.
La Escuela Médico Militar, desde siempre se ha caracterizado
por su mística de servicio, no ha escatimado esfuerzos ni recursos para estar
siempre a la vanguardia en la enseñanza y su misión ha sido y será la de formar
a los mejores médicos que vayan a servir al Ejército Mexicano en todos los
rincones de la Patria para estar al pendiente de la salud tanto de militares
como de sus derechohabientes.
Quizá no menos importante que la aportación de Médicos al
Servicio del Ejército ha sido la oportunidad que la Escuela Médico Militar les
da a muchos estudiantes de bajos recursos y entre ellos se cuenta quien esto
escribe, para que puedan hacer la carrera de medicina. Aunque esta Escuela no
es exclusiva para “gente del pueblo”, ya que a ella pueden ingresar jóvenes de
todos los estratos sociales, así tenemos como ejemplo que ingresó un sobrino de
un presidente de la República, mismo que tuvo que abandonar la Escuela por
haber reprobado el examen de Anatomía, aun cuando su tío era el presidente de
la República en funciones, hecho que no amerita más comentarios pero que por sí
mismo nos deja mucha enseñanza.
Mis respetos, ya que una servidora, aparte de estar cotizando al Seguro Social, tengo el Honor de atenderme de manera particular con una excelente Neuróloga Militar. Es por eso que mi admiración y respetos para el personal Médico Militar, son y serán siempre los mejores que haya en el país.
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